Las arepas de maíz y de trigo

Estoy empeñada en hacer yo misma mis arepas de trigo, como buena llanera lo mío son las de maíz, pero aquí en Mérida las arepas típicas son de harina de trigo y nunca me faltan, porque mis amigas y vecinas me las hacen, y bien que lo intento pero aún no me quedan suavecitas. Me preguntaba por qué sólo en Mérida se hacen en estas arepas y me entero que su origen se puede ver influenciado por el hecho que durante la época colonial la zona andina era la única que producía trigo (cultivo que se conserva solo en muy pequeña escala exclusivamente en el estado Mérida) a diferencia del resto del país donde el cultivo más importante y autóctono era el maíz.

Ahora bien, en el siglo XIX todos los extranjeros que venían al país decían que la arepa era insípida (mi españolito piensa igual de la arepa de maíz) pero cuenta Norberto E. Petryk, chef, escritor e investigador que "ninguno ha sido tan lapidario en sus juicios como Pablo Morillo , el jefe realista que llegó a Venezuela a combatir por la causa española cuando la independencia estaba casi decidida. Morillo confesó, según Churrión, a sus dos amigos José Domingo, el Duarte y el Díaz, al regresar a Caracas tras su campaña a los llanos, que: “Todo lo puedo pasar en esta tierra, menos esas perrísimas tortas de maíz que llaman arepas, que sólo se han hecho para estómagos de negros y de avestruces”.

Imagínense, con lo que nos gustan a los venezolanos las arepas, y yo aquí practicando pero no se me había ocurrido llevarle mis arepas mal hechas a los avestruces que tenían los vecinos.Así que mis arepas por muy mal hechas tienen según Ramón David León, “un alma generosa y un corazón lleno de bondad útil”.

La arepa de trigo (esa sí que le gusta a mi españolito), tiene su secreto de suavidad en la amasada, y en eso estoy practicando, para que en la posada puedan probar, con queso ahumado, con mantequilla, con perico o con caraotas. Y si no me salen suavecitas como quiero da igual, probarán las mejores que se hacen por esta zona aunque no las haya echo yo.

Isabel